Caminamos por la calle Alcalá, dirección Arturo Soria.
Tree pregunta a su muy mejor amiga:
– ¿Qué te parece Madrid, dear? Este es un barrio tradicional,… Nunca te imaginabas que tus huesitos iban a llegar hasta aquí.
Kiki, acostumbrada a pasear por la Rive Gauche, contesta muy segura.
– No me subestimes, mon cherie… Y prepárate para la sorpresa que tengo: te va a fascinar el espacio que vas a conocer. Ignacio y yo nos encontramos en su galería de París, detrás del Museo D’Orsay… Es un tipo muy peculiar.
– Let us see…
Minutos más tarde, Kiki no puede reprimir una sonrisa al comprobar la mirada atónita de Tree cuando conoce al pintor Ignacio Burgos (Madrid, 1968) y mira el inmenso espacio tipo loft en el que el artista trabaja en sus últimas creaciones. Sobre una mesa, un catálogo al que Tree echa un vistazo, mientras Kiki y Nacho pasean por la planta de arriba buscando fotos de su último viaje a Moscú.
Tree lee:
«Trabaja en espacios cedidos amablemente por sus amigos y galeristas, curiosos lugares cedidos por amigos y galeristas en granjas y campos de cultivo, techos blancos en Menorca, espacios diáfanos en El Cairo y estudio-loft en Madrid…».
Y, sorprendido por la vitalidad del personaje y del espacio, se dirige a las páginas de biografía, mientras escucha los tacones de Kiki con la música de U2 de fondo… Se díria que estamos en Berlín…
«Ignacio Burgos se licencia en pintura en su ciudad natal (Facultad de Bellas Artes, U.C.M., 1986-1991), cursando ampliación de estudios en la Hdk (Hochschule der Kunste) de Berlín (1991-1993) con Klaus Fussman. Desde aquí, empieza a realizar sus primeras exposiciones en Alemania. En 1996 se traslada a Nueva York y exhibe su obra en diferentes ciudades de EE.UU., cursando una beca del Ministerio de Cultura Francés en la «Cité Internationale des Arts» y, posteriormente, regresa a Madrid donde se realiza su libro retrospectivo «The Book» y continúa exponiendo en galerías de todo el mundo (Casablanca, Nueva York, El Cairo,…). Su obra forma parte de Caja de Granada Obra Social, Cité Internationale des Arts (Ministère de la Culture et de la Communication), Brooklyn Museum de Nueva York, Fundación La Caixa de Barcelona, etc.»
En ese momento, Tree cae en la cuenta de que lleva toda la manga de la chaqueta llena de pintura fresca y emite lo que suena como un aullido. Nacho y Kiki llegan de frente. Ignacio se le queda mirando y le habla, mientras la cara de Tree se transforma en un poema:
– Me encanta tu chaqueta, qué original. Nunca se me hubiera ocurrido que alguien se pintara las mangas de un azul tan bonito. ¿Quién es el diseñador?
kikimrtree 